Empieza la aventura!!!

Hoy empieza nuestra aventura!!!, hemos superado nuestros primeros días del cole, nos hemos separado de los brazos de nuestros papás y de nuestras mamás para ser acogidos por otros brazos, los de nuestra maestra.Vamos a vivir juntos tres años, tres años muy importantes para nosotros, porque poco a poco nos iremos haciendo mayores y aprenderemos muchas cosas, aprenderemos a compartir, a abrazar al que lo necesita, a escuchar y ser escuchados, a respetarnos, a tolerarnos, a comprender y ser comprendidos, a opinar, a luchar por lo que queremos, a dialogar, a hacernos fuertes y ayudar al débil, a llorar, a reír, a soñar, a pensar, a entender, a querer,.... sin nunca olvidar que somos niños y que juntos hemos de construir un futuro, nuestro futuro.

Nuestra aventura empieza ya……

sábado, 12 de enero de 2013

CARTA DE UN HIJO A UN PADRE

CARTA DE UN HIJO A UN PADRE
(PARA REFLEXIONAR)

No me grites, te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.

No des siempre órdenes... Si en vez de órdenes, a veces, me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas... Si me prometes un premio dámelo, pero también si es castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir, y si me haces lucir peor que los demás seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esta decisión.

Déjame valerme por mí mismo, sí tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro, me harás sentir mal y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo haga algo malo, no me exijas que te diga por qué lo hice, a veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estés equivocado en algo, admítelo. Crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

No me digas que haga una cosa que tú tu no haces, yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío no me digas: no tengo tiempo para boberías o eso no tiene importancia. Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme, y dímelo, a mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ya la había leído y me encanta !!!